Con el tiempo aprendí que no existen hombres perfectos, ni calcetines para pie izquierdo o derecho, que las medias se rompen muy fácil en una noche de pasión, que los tacones en una fiesta a las cuatro de la mañana no están en los pies, que los pintalabios rojo no se borra de las camisas blancas ni del novio de tu amiga, que no existen segundas oportunidades, ni amores más que el primero, aprendí que aunque la cerveza ponga dos grados unas cuantas pueden causarte un mal efecto, que a los móviles se les agota la batería justo cuando estás esperando su llamada, que las amigas estás ahí justo cuando no las necesitas para nada, aprendí que los caramelos no saben a lo que pone su publicidad, y que el tener una wii en casa no es la macro-fiesta más divertida del año.
Aprendí a que cuando te hacen daño tienes que ponerte una tirita con dibujitos y seguir caminando sobre tus loubotin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario